Primer día que me podía quedar en la cama hasta las mil sin remordimientos por tener que estudiar ni nada mejor que hacer… y Noa ha decidido que las 9 era una hora tan buena como cualquier otra para despertarme saltando sobre mí con sus casi 8 kilazos. Ay Señor!
Hoy es un día especial para quienes están enamorados. Mucha gente piensa que el amor hay que demostrarlo día a día y estoy completamente de acuerdo, pero San Valentín es una excusa perfecta para hacer algo especial y celebrar esa enajenación mental que es estar enamorado, así que bienvenida sea, ¿no? Disfrutadlo, besaos, mimaos, quereos mucho y seguid haciéndolo mañana y siempre que podáis, aprovechando al máximo cada ratito que tengáis para estar juntos. ES UNA ORDEN!
Y ahora que ya os ha dado un subidón de azúcar por mi culpa, os dejo con el monólogo de hoy y una preciosa canción de The Rescues que se llama All I want for Christmas is to give my love away. Si no fuera por la temática navideña, no podría ser más ideal para hoy!
El mejor regalo de mi vida lo recibí en Navidad a los 10 años: mi primer kit de sutura. Lo usé hasta que me sangraron los dedos, y luego lo usé para cosérmelos. Fue el primer paso para hacerme cirujana. Quería decir que los mejores regalos, a veces, llegan en envoltorios sorprendentes.
Todos los días podemos regalar la vida. Puede ser doloroso, pero al final merece la pena. Siempre. Todos tenemos la oportunidad de regalar algo. Quizá los regalos no sean tan dramáticos como lo que pasa en un quirófano. El regalo puede ser dar una simple disculpa. O comprender el punto de vista de otro. O guardarle el secreto a un amigo. Lo bonito, dicen, es regalar. Pero cuando deja de serlo, cuando el regalo empieza a pesarte, debes parar. Pero si eres como la gente que conozco, regalas hasta que duele, y luego regalas más.
Anatomía de Grey, temporada 6, capítulo 10.
Una pequeña parte del mundo 