Hello there! Este sábado, el post llega algo más tarde de lo habitual porque he estado ocupadísima achuchando hasta el extremo a los mellis de mis amigos Mon y Paloma. Son taaaaan bonitos!!
Bueno, además he estado estudiando, cocinando… Un montón de cosas. Sobre todo, he tenido una noche de sueño reparador, que me hacía mucha falta (lo siento, Noa, pero contigo es imposible dormir del tirón).
Ahora toca chapar otro rato antes de ir a tomar unos vinitos con mi francesa favorita, que se irá de vacances a su país y ya no la veré hasta el 2016!
Os dejo con el post de hoy, al que acompaña una preciosa canción de Miss Li llamada I can’t get you off my head. Disfrutad mucho el finde!!
Imagínate que estás en el quirófano reparando una vena cava y, de pronto, todo se va al traste. Así que cortas esto, coses lo otro y el mal trance es agua pasada. Pero no podemos encarar todos los problemas con un bisturí. Aunque podría intentarse, pero sería considerado una agresión.
Es aterrador lo rápido que todo puede irse a la mierda. A veces hay que sufrir una pérdida para recordar lo que te importa. A veces te das cuenta de que eso te ha hecho más fuerte, más sabio. Te da armas para enfrentarte al próximo desastre. A veces, pero no siempre.
Anatomía de Grey, temporada 8, capítulo 8.